Uno de los fenómenos más barbáricos y absurdos de la actualidad es la violencia en el futbol. Lo que debería ser una gran fiesta que reuna a la gente, termina en batallas campales. Según este artículo, los holandeses tendrían la respuesta para acabar con el salvajismo en la cancha.
"...VIOLENCIA EN EL FUTBOL: FUNCIONARIOS DE SEGURIDAD DEL GOBIERNO ADELANTAN COMO SERIA UN OPERATIVO DE UN CLASICO
Cómo es la seguridad a la holandesa
Un equipo liderado por el secretario de Seguridad, Norberto Quantín, busca adaptar al país el método con el que en Holanda erradicaron la violencia.
Miguel Bossio.
mbossio@clarin.com
La decisión está tomada y el camino elegido conduce directamente a Holanda: para intentar acabar con la violencia en el fútbol, el Gobierno buscará aplicar aquí el método holandés. "La idea no es copiarlo sino adaptarlo a nuestro fútbol", le cuenta a Clarín el secretario de Seguridad, Norberto Quantín. A su lado están Ignacio Rodríguez Varela (secretario del Consejo de Seguridad Interior) y José María Campagnoli (subsecretario de Seguridad y Protección Civil), quienes viajaron en agosto a Holanda para ver los operativos en los estadios. Todos coinciden en que no será sencillo importar esas políticas de seguridad a la Capital, jurisdicción de la Secretaría de Seguridad. ¿Motivos? Hinchas, policías y costumbres argentinas... Pero confían en que, más tarde que temprano, dará resultado.
La idea es quitar policías de adentro del estadio para que haya seguridad privada a cargo de los clubes; que el público esté sentado (esto comenzará a implementarse en 2004 para que en 2007 no haya nadie parado); visitar previamente en sus casas a los violentos y, llegado el caso, enjuiciarlos 72 horas después de los partidos (cuando se apruebe la Ley Scioli, presentarán un proyecto para acelerar estos juicios).
Teoría holandesa en mano, los funcionarios de Seguridad explican cómo sería un operativo en un River-Independiente.
Los hinchas visitantes deberían comprar entradas con mucha anticipación y, además, un boleto para viajar desde Avellaneda en micros custodiados y a cargo de Independiente. Esos micros partirían cacheados por la Bonaerense y con un listado con nombre y apellido de cada hincha. ¿Si alguien de Independiente vive en Belgrano? Si quiere ir al sector asignado a su hinchada, debería ir hasta Avellaneda. "En Vitesse-Ajax que vimos allá, a los que llegaban en tren los mandaban de vuelta", aseguran. Las puertas del estadio podrían cerrarse media hora antes de los partidos.
Se buscaría sacar del anonimato a los violentos: los barras de ambos clubes serían visitados en sus casas en la semana previa: "¿Piensa ir? Le avisamos que estará siendo vigilado por las cámaras de seguridad. Y se le informaría del Morpho Touch (sistema de huellas dactilares) y la prohibición de consumo de alcohol.
El casi 50% menos de policías que en la actualidad no significa que no actuaría la Federal. Esta fuerza custodiaría la caravana hasta que la seguridad privada de River realizara un nuevo cacheo fuera del Monumental. Adentro habría voluntarios de River apoyando la seguridad: serían los primeros en pedirle al público que permanezca sentado y decirle que, de no deponer esa actitud, intervendría la Policía. ¿Habría carros de asalto? "Sí —explican—, lejos de la vista del público estaría toda la respuesta policial posible. Los uniformados y la Montada, según los expertos, irritan a la gente. No estarían adentro pero sí cerca, listos para actuar".
La división de la Federal que estaría en el Monumental sería la Policía Deportiva (en estos días está armándose). Conformada por unos 100 hombres —previamente investigados por Asuntos Internos—, tendría su capacitación en los estadios de Capital para que conozcan cada detalle de la Bombonera, del Ducó...
¿En qué momento detendrían a quien, por ejemplo, arrojó una butaca al campo de juego? Cuando se distrajera la gente: antes de un penal, después de un gol...
Ese hincha sería llevado de inmediato adonde estuviera el fiscal (en el Centro de Gestión y Participación municipal más cercano). Allí llevarían las pruebas (filmaciones) y los testigos. El fiscal lo derivaría al juez y antes de las 72 horas estaría la sentencia.
Reforma procesal mediante, si el delito fuese de tipo correccional, el mismo juez de Instrucción que intervendría, lo juzgaría. Si el delito fuese más grave, se sortearía un tribunal oral y se lo juzgaría rápidamente. "Si es culpable, queremos que al domingo siguiente ya no pueda ir a la cancha", sostiene Quantín...."
Fuente: Clarín
"...VIOLENCIA EN EL FUTBOL: FUNCIONARIOS DE SEGURIDAD DEL GOBIERNO ADELANTAN COMO SERIA UN OPERATIVO DE UN CLASICO
Cómo es la seguridad a la holandesa
Un equipo liderado por el secretario de Seguridad, Norberto Quantín, busca adaptar al país el método con el que en Holanda erradicaron la violencia.
Miguel Bossio.
mbossio@clarin.com
La decisión está tomada y el camino elegido conduce directamente a Holanda: para intentar acabar con la violencia en el fútbol, el Gobierno buscará aplicar aquí el método holandés. "La idea no es copiarlo sino adaptarlo a nuestro fútbol", le cuenta a Clarín el secretario de Seguridad, Norberto Quantín. A su lado están Ignacio Rodríguez Varela (secretario del Consejo de Seguridad Interior) y José María Campagnoli (subsecretario de Seguridad y Protección Civil), quienes viajaron en agosto a Holanda para ver los operativos en los estadios. Todos coinciden en que no será sencillo importar esas políticas de seguridad a la Capital, jurisdicción de la Secretaría de Seguridad. ¿Motivos? Hinchas, policías y costumbres argentinas... Pero confían en que, más tarde que temprano, dará resultado.
La idea es quitar policías de adentro del estadio para que haya seguridad privada a cargo de los clubes; que el público esté sentado (esto comenzará a implementarse en 2004 para que en 2007 no haya nadie parado); visitar previamente en sus casas a los violentos y, llegado el caso, enjuiciarlos 72 horas después de los partidos (cuando se apruebe la Ley Scioli, presentarán un proyecto para acelerar estos juicios).
Teoría holandesa en mano, los funcionarios de Seguridad explican cómo sería un operativo en un River-Independiente.
Los hinchas visitantes deberían comprar entradas con mucha anticipación y, además, un boleto para viajar desde Avellaneda en micros custodiados y a cargo de Independiente. Esos micros partirían cacheados por la Bonaerense y con un listado con nombre y apellido de cada hincha. ¿Si alguien de Independiente vive en Belgrano? Si quiere ir al sector asignado a su hinchada, debería ir hasta Avellaneda. "En Vitesse-Ajax que vimos allá, a los que llegaban en tren los mandaban de vuelta", aseguran. Las puertas del estadio podrían cerrarse media hora antes de los partidos.
Se buscaría sacar del anonimato a los violentos: los barras de ambos clubes serían visitados en sus casas en la semana previa: "¿Piensa ir? Le avisamos que estará siendo vigilado por las cámaras de seguridad. Y se le informaría del Morpho Touch (sistema de huellas dactilares) y la prohibición de consumo de alcohol.
El casi 50% menos de policías que en la actualidad no significa que no actuaría la Federal. Esta fuerza custodiaría la caravana hasta que la seguridad privada de River realizara un nuevo cacheo fuera del Monumental. Adentro habría voluntarios de River apoyando la seguridad: serían los primeros en pedirle al público que permanezca sentado y decirle que, de no deponer esa actitud, intervendría la Policía. ¿Habría carros de asalto? "Sí —explican—, lejos de la vista del público estaría toda la respuesta policial posible. Los uniformados y la Montada, según los expertos, irritan a la gente. No estarían adentro pero sí cerca, listos para actuar".
La división de la Federal que estaría en el Monumental sería la Policía Deportiva (en estos días está armándose). Conformada por unos 100 hombres —previamente investigados por Asuntos Internos—, tendría su capacitación en los estadios de Capital para que conozcan cada detalle de la Bombonera, del Ducó...
¿En qué momento detendrían a quien, por ejemplo, arrojó una butaca al campo de juego? Cuando se distrajera la gente: antes de un penal, después de un gol...
Ese hincha sería llevado de inmediato adonde estuviera el fiscal (en el Centro de Gestión y Participación municipal más cercano). Allí llevarían las pruebas (filmaciones) y los testigos. El fiscal lo derivaría al juez y antes de las 72 horas estaría la sentencia.
Reforma procesal mediante, si el delito fuese de tipo correccional, el mismo juez de Instrucción que intervendría, lo juzgaría. Si el delito fuese más grave, se sortearía un tribunal oral y se lo juzgaría rápidamente. "Si es culpable, queremos que al domingo siguiente ya no pueda ir a la cancha", sostiene Quantín...."
Fuente: Clarín
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