Mantener la línea, conservar el peso ideal es una obsesión en los dias que corren. Y someterse a un tratamiento con tal fin puede resultar en un ejercicio sadomasoquista. En el siguiente caso, esto es asumido plenamente...

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¡Atención, gorditos!: llega el “slavercise”, un infalible tipo de gimnasia sadomasoquista

Apareció en Nueva York y ya es un “boom”. El planteo es sencillo: en vez de alumnos, hay “esclavos”, y en lugar de profesores, “amos” que los someten a rutinas físicas que son verdaderas torturas...

Por Nicole Mowbray.

Es cierto: hasta el fanático más devoto del buen estado físico necesita una motivación extra para ir al gimnasio. Sin embargo, nadie podía prever la última locura de los neoyorquinos, que lleva el estímulo al extremo. Se trata de la gimnasia aeróbica “slavercise” (“ejercicio de esclavos”), que no sólo acelera el ritmo cardíaco sino que, además, infunde cierto miedo. Aunque los instrumentos de tortura todavía no han suplantado masivamente a los típicos aparatos de gimnasio, los practicantes de este nuevo estilo de gimnasia deben estar preparados para sufrir, ya que, según postula el “slavercise”, la buena forma sólo se conquista a fuerza de azotes, intimidaciones y sopapos.

Creada por una famosa reina del sadomasoquismo de Nueva York, Estados Unidos, la rubia Mistress Victoria, la rutina básica del “slavercise” se desarrolla al tiempo que se proclama el mantra “sin dolor no hay provecho”. Munida de un látigo y vestida con ropa de látex, medias de red y tacos aguja, Mistress Victoria, de 30 años, somete a sus “esclavos” a una rutina inspirada en el sadomasoquismo que combina ejercicios aeróbicos tradicionales con otros especialmente pensados para cada cliente. La cuestión empezó a tomar forma cuando Victoria se dio cuenta de que, en sus sesiones de tortura privadas, sus clientes fuera de forma disfrutaban como locos si los obligaba a hacer abdominales...

“Tenía muchos clientes obesos que prácticamente me pedían disculpas por su aspecto. Entonces, pensé: ‘Es hora de hacer algo’”, dice Victoria, quien aunque se dedicó a las sesiones de sadomasoquismo durante 9 años, paralelamente se graduó en comunicación y se recibió de instructora de gimnasia. “Es muy probable que la gente le preste más atención a su rutina si su entrenador es una mujer vestida en cuero, con un látigo en la mano”, sugiere, convencida. Sus esclavos pagan 20 dólares por una sesión grupal de una hora semanal en la que abundan la humillación verbal y física, los golpes y el entrenamiento por la fuerza.

En las clases de Victoria, los trajes de látex, cuero y goma son opcionales, lo único que hay que llevar sí o sí es un par de zapatillas y una botella de agua. El tono de la clase queda claro apenas la profesora se dirige a sus alumnos: “Todos se ven patéticos”, les dice. Sentadillas, carreras rápidas y flexiones se combinan para producir una rutina sólida que agota al más entrenado de los esclavos. Victoria determina cuáles son los deseos particulares de cada uno antes de empezar la clase. Un fetichista de los pies, por ejemplo, recibe una rutina de flexiones de brazos sobre sus empeines. “Los que no hacen ejercicios, terminan haciéndolos. Y eso es bárbaro”, sintetiza ella.

Cruza de Jane Fonda y Gatúbela, Victoria es una mujer súper entrenada y en pleno estado físico que no sólo ofrece clases grupales sino que, además, da clases individuales, sesiones para parejas y clases abiertas en el Musical Theater Works de Manhattan, Nueva York. A sus clases de “slavercise” asisten alumnos de ambos sexos, aunque siempre hay más hombres que mujeres. Las sesiones grupales sólo reúnen a 15 personas, pero tiene 150 parejas y 130 personas que reciben entrenamiento privado. Victoria no revela las identidades de sus clientes famosos, pero confiesa que, entre ellos, “hay por lo menos una pareja de atletas profesionales”.

Si algunos de sus alumnos baja el rendimiento, todos los castigos posibles son realmente humillantes. Y es más que probable que si alguno de ellos no logra impresionar a Mistress Victoria, tal vez termine besándole el trasero, imitando a un cerdo o luciendo un tutú rosa delante de todos sus compañeritos. El sitio de Internet de “slavercise” (www.slavercise.com) proclama: “Usted va a transpirar, se va a reír y va a volver por más”. Y ofrece el DVD de “slavercise”, destinado “a los gordos perdedores que no hacen ejercicio desde hace años”.

© The Observer

Traducción de Claudia Martínez..."

Fuente: Clarín.