Mas paradojas del poder, también relacionadas con Peron:
"... Una paradoja de la historia
Ricardo Kirschbaum. EDITOR GENERAL DE CLARIN
rkirschbaum@clarin.com
La historia argentina, ya se sabe, está llena de contradicciones y de paradojas. Hoy nos ocupamos de una de ellas que nos demuestra que cada episodio tiene, a su vez, una trama oculta que le da más interés o dimensión.
Julio Algañaraz, corresponsal de Clarín en Roma, y María Seoane, periodista y escritora, nos cuentan en el Tema del Domingo, en las páginas 34 y 35 de esta edición, cómo el sudario de Evita Perón, que acaba de ser subastado en Roma, estuvo escondido durante más de un año en la sede central del Partido Comunista argentino para evitar que otros se apoderasen de él.
Formales como solían ser, los miembros de la conducción del PC local debieron autorizar el pedido de un abogado ligado al partido para que el histórico sudario fuera depositado en el sótano. Allí convivió un tiempo largo con los bustos de Vittorio Codovilla, jefe del comunismo argentino, fuertemente dogmático y ferviente antiperonista, y con el busto de Perón, su antiguo archienemigo. En ese ambiente umbrío y paradójico se juntaban retazos de la historia del siglo XX. ¿Qué hacía en el sótano del PC un busto de Perón? La respuesta a esta pregunta sería motivo de otra nota.
La que nos ocupa en esta edición es también un relato de inescrupulosos. Unos temían que el menemismo terminase apoderándose del sudario y otros querían hacerlo. El PC fue sólo el refugio, un eslabón en la cadena que llevó luego a este objeto, como otros que pertenecieron a Perón, al remate de Roma.
Los que se los disputaban no tenían interés en resguardarlos para la memoria histórica de los argentinos. Sólo los guiaba la ambición..."
Tomado de: Clarín.
"... Una paradoja de la historia
Ricardo Kirschbaum. EDITOR GENERAL DE CLARIN
rkirschbaum@clarin.com
La historia argentina, ya se sabe, está llena de contradicciones y de paradojas. Hoy nos ocupamos de una de ellas que nos demuestra que cada episodio tiene, a su vez, una trama oculta que le da más interés o dimensión.
Julio Algañaraz, corresponsal de Clarín en Roma, y María Seoane, periodista y escritora, nos cuentan en el Tema del Domingo, en las páginas 34 y 35 de esta edición, cómo el sudario de Evita Perón, que acaba de ser subastado en Roma, estuvo escondido durante más de un año en la sede central del Partido Comunista argentino para evitar que otros se apoderasen de él.
Formales como solían ser, los miembros de la conducción del PC local debieron autorizar el pedido de un abogado ligado al partido para que el histórico sudario fuera depositado en el sótano. Allí convivió un tiempo largo con los bustos de Vittorio Codovilla, jefe del comunismo argentino, fuertemente dogmático y ferviente antiperonista, y con el busto de Perón, su antiguo archienemigo. En ese ambiente umbrío y paradójico se juntaban retazos de la historia del siglo XX. ¿Qué hacía en el sótano del PC un busto de Perón? La respuesta a esta pregunta sería motivo de otra nota.
La que nos ocupa en esta edición es también un relato de inescrupulosos. Unos temían que el menemismo terminase apoderándose del sudario y otros querían hacerlo. El PC fue sólo el refugio, un eslabón en la cadena que llevó luego a este objeto, como otros que pertenecieron a Perón, al remate de Roma.
Los que se los disputaban no tenían interés en resguardarlos para la memoria histórica de los argentinos. Sólo los guiaba la ambición..."
Tomado de: Clarín.
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