Expedientes ALFA - OMEGA

Misterio e intriga de principio a fin... curiosidades, hechos bizarros e increibles, lo "paranormal": todo lo diferente a la cotidianeidad tiene lugar en esta bitacora de fenomenos e interrogantes de dificil respuesta... porque ¡aún no hemos perdido la capacidad de asombro!

domingo, marzo 21, 2004

Cuando el poder no deja reposar a los muertos, surgen mitos. Ya Tomás Eloy Martínez realizó una excelente novela (Santa Evita) con las peripecias del cuerpo embalsamado de Eva Perón. Pero aun continúan los manejos del poder...

"...EL REMATE DEL ARCHIVO DE PERON: SECRETOS Y PARADOJAS DE UNA MORTAJA

El sudario de Evita estuvo oculto más de un año en la sede del Partido Comunista

Permaneció escondido en un sótano entre 1995 y 1996. El cadáver embalsamado de Eva Perón, muerta el 26 de julio de 1952, había sido secuestrado de la sede de la CGT en noviembre de 1955.

Julio Algañaraz. ROMA. CORRESPONSAL.
jalgaÿaraz@clarin.com

El sudario de tres velos de seda cruda que envolvió el cuerpo embalsamado de Eva Perón y que el miércoles próximo llegará a nuestro país, está marcado por el misterio, como estuvo marcada durante más de una década la historia del cadáver de Evita. Lo cierto es que esa mortaja, como una buena parte del archivo de Perón, estuvo oculta desde 1995 a 1996 en los sótanos del Comité Central del Partido Comunista,en la avenida Entre Ríos al 1000.

Así lo confirmó en Roma, Roberto Mario Rotundo, el presidente de la Fundación por la Paz y la Amistad de los Pueblos (FundPaz), propietaria de los 2000 efectos personales y objetos de Perón y Evita que fueron rematados por la casa Christie''s el jueves 18 en Roma, por un valor neto de 400 mil dólares. Y así lo confirmó el abogado Eduardo Barcesat, ex dirigente comunista, que en 1995 fungió también como abogado de Rotundo a instancias del comunista y dirigente de los jubilados, muerto en 2003, Carlos Imizcoz.

Entrevistado por la periodista María Seoane en Buenos Aires, Barcesat confirmó que en esos años, "Imizcoz me visitó para contarme que Rotundo, de quien era amigo, estaba en un problema. A Rotundo lo asesoré en algunas causas, sobre todo en una que tenía contra Carlos Menem. Imizcoz me pidió que ayudara a Rotundo a guardar el archivo de Perón porque tenía miedo de que Menem se lo quitara. Entonces consulté a Patricio Echegaray y a otros miembros del PC y se decidió, por solidaridad, guardar las cosas en los sótanos cercanos al garaje de la sede del comité central del partido, en la avenida Entre Ríos al 1000."

Rotundo confirmó, además, que el sudario nunca viajó con Evita a Buenos Aires. Los velos no estaban dentro del féretro en el que fueron transportados sus restos a la Argentina, en octubre de 1974. Los paños de seda quedaron en manos de José López Rega e Isabel Perón, que los guardaron en una caja fuerte. "Hacia 1990 me los entregaron en custodia junto con una gran cantidad de objetos del general", afirmó Rotundo.

Sin embargo, esa historia no terminó allí. A principios de la década del 90, Isabel Perón decidió, cumpliendo con la voluntad de su marido —que el "pueblo argentino fuera el destinatario de sus bienes"—donar todo a FundPaz". A partir de allí, como si la historia se repitiera dando siempre a Eva una agitada inmortalidad, el sudario recorrió un camino secreto.

Los misterios del sudario

El cadáver embalsamado de Evita, muerta en julio de 1952, fue secuestrado de donde reposaba, en la sede de la CGT, a poco del golpe militar contra Perón por parte de la Revolución Libertadora en 1955. En noviembre de ese año, el general Pedro Eugenio Aramburu nombró jefe del Servicio de Informaciones del Ejército (SIE) al coronel Héctor Cabanillas. Pocos días después, el coronel debió ser operado y lo reemplazó otro coronel llamado Eugenio Moori Koenig, cuyo apellido significa "Rey de la ciénaga". La noche del 22 de noviembre de 1955, el coronel secuestró el cadáver— que consideraban más que un mito, un enemigo político temible porque podía azuzar la resistencia peronista contra el régimen—, y comenzó a partir de allí un alucinado itinerario —del que no faltaron pasiones necrofílicas— por distintos lugares. Enterado de las violaciones al cadáver, Aramburu decidió, con el entonces mayor Lanusse, jefe de Granaderos, y el vicario castrense y confesor de la familia Lanusse, el sacerdote de la Compañía de San Pablo, Francisco "Paco" Rotger, gestionar ante el papa Pío XII la cristiana sepultura de Eva en Italia. Así, el 23 de abril de 1957, en un operativo secreto por parte del SIE, el cadáver de Evita fue embarcado en el buque de bandera italiana Conte Biancamano rumbo a Génova, bajo el falso nombre de María Maggi de Magistris. Zona investigó esta historia en 1997.

Allí se contó que el cadáver fue acompañado por el entonces miembro del SIE, el suboficial Manuel Sorolla— en calidad de hermano de la muerta, con el nombre falso de Carlo Maggi— y el mayor Hamilton Díaz en calidad de esposo, con el nombre de Giorgio Magistris. Luego de una travesía no poco accidentada, el cadáver de Evita llegó a Génova y fue trasladado a Milán por el entonces titular de la Compañía de San Pablo, Giovanni Penco. Fue enterrada en el tombino 41 del campo 86 del cementerio Maggiore de Milán, el 13 de mayo de 1957 a las 15.40 horas.

Luego, el silencio. En 1970 fue secuestrado por la guerrilla peronista Montoneros el general Aramburu: uno de los objetivos, fue conocer el lugar dónde estaba enterrado el cadáver de Evita. Un ex dirigente montonero contó que antes de ser asesinado Aramburu dijo: "Está en Italia. Pero no sé dónde, y si lo supiera tampoco se los diría". Lanusse, entonces presidente de facto, y bajo la honda presión política de entonces, decidió devolver a Perón el cadáver. Giulio Madurini, entonces al frente de la Compañía de San Pablo, contó que realizó la exhumación del cadáver ante el asombro de los sepultureros, que cuando vieron el cadáver intacto de Evita, gritaron: "Miracolo, miracolo" (milagro) y terminó entregando el cadáver a Perón en la residencia 17 de Octubre de Puerta de Hierro, en la calle Navalmanzanos 5, el 3 de setiembre de 1971. En la ceremonia tensa y emotiva estaban Perón, López Rega, Isabelita, Madurini, Cabanillas y el embajador de Lanusse en España, el brigadier Jorge Rojas Silveira. Para él no hubo emoción. Años más tarde dijo a este diario, como una prueba de los enconos antiguos que cruzaron esta historia: "Me importó un carajo ver el cadáver de Eva".

Del PC a Christie's

Poco después de la entrega del cadáver, Perón e Isabel encargaron a las monjas del convento de la Merced de Madrid la confección del famoso sudario, que inicialmente tenía dos paños y no tres. Isabel pidió hacer un tercero. Rotundo llegó a Puerta de Hierro unas horas después de la entrega del cuerpo. "Perón estaba muy emocionado. El padre mercedario Elías Gómez, que había casado al general e Isabelita en la casa del doctor Flores Tascón en la Sierra de Guadarrama, estaba allí y tomó la iniciativa de confeccionar el sudario". Las monjas confeccionaron los paños. Uno blanco y otro celeste. La señora Pilar García Rubio, una laica colaboradora del padre Gómez, agregó otro velo de seda cruda, blanco-crema, para cubrir el cuerpo embalsamado de Evita, que permaneció en Madrid tres años más. Pero Evita no viajó envuelta en ese sudario, cuando el 17 de octubre de 1974, ya muerto Perón, Isabelita y López Rega decidieron repatriar el cadáver a la Argentina, y hacerlo reposar junto a Perón en la quinta de Olivos. Finalmente, en plena noche dictatorial, el 22 de julio de 1976, tal vez por los mismos miedos irracionales a ese cadáver, los militares lo enterraron en el mayor secreto en la bóveda de la familia Duarte en La Recoleta. Descansa bajo una gruesa plancha de acero, a seis metros de profundidad.

El sudario, entonces, había quedado guardado en una caja fuerte en Madrid. Después que Isabel le entregó los efectos personales de Perón, en 1990, Rotundo los trajo a la Argentina. Pero temió que Carlos Menem —entonces estaba litigando con él— pudiera quitarle todo (ver Rotundo, ...). Rotundo confesó: "Fue cuando un amigo de muchos años, el comunista y dirigente de los jubilados Carlos Imizcoz me ofreció esconder las cosas. Lo escondimos en un lugar seguro, detrás de uno de los garajes de la sede central del PC, en la avenida Entre Ríos al 1000, desde 1995 hasta 1996. El sudario se encontraba como siempre dentro de una caja fuerte".

El abogado Barcesat, que en esos años aún pertenecía al PC y asesoraba a Rotundo en causas "que lo enfrentaban con Menem" dijo a Clarín que antes del fin del 96 la mortaja de tres velos y todo el archivo de Perón fue a parar a una sede de la Fundpaz, en el Complejo Victoria en Paso de Los Libres, en Corrientes. Finalmente, en 2000 fueron trasladados a Madrid y en octubre de 2002 a Roma, a la sede italiana de la fundación de Rotundo. El resto es historia conocida.


DE REMATE. EL SUDARIO SE SUBASTO EN 160 MIL DOLARES EN ROMA. LO COMPRO EL PRESIDENTE DE AEROLINEAS PARA DONARLO A LA ARGENTINA. (FOTO: ALESSANDRA TARANTINO / AP)


Rotundo, prófugo

Mario Rotundo tiene 53 años. Es un hombre de negocios varios. Fue amigo de Isabel y de Perón y luego el "cajero" de la campaña de Menem en 1988. Pero los tiempos cambiaron. En 1995 Rotundo demandó a Menem: le reclama ocho millones de dólares nunca devueltos que, según Rotundo, aportaron varias congregaciones religiosas para su campaña electoral. Hoy, Rotundo vive en Roma. Está prófugo de la Justicia argentina: se le imputa "incitación al falso testimonio agravado" en la causa sobre la muerte de Carlos Menem jr., que investiga el juez Carlos Villafuerte Ruzo. En 1998, además, fue condenado a una pena de año y medio de prisión en suspenso, por "administración infiel de bienes del doctor Domingo Liotta".


Subasta con sorpresas

El sudario de Evita fue comprado en la subasta de Roma por un español, Antonio Mata, presidente de Aerolíneas Argentinas. Mata pagó 160.000 dólares y su intención es donarlo al Estado argentino. Otro importante empresario, el argentino Francisco de Narváez, compró la biblioteca de 1.150 volúmenes de Perón por 148.000 dólares, y por otros 93.000 se llevó el uniforme de gala que vistió el general cuando asumió su tercera presidencia. El Partido Justicialista sólo adquirió el sobretodo, la agenda de Perón, y unos pocos objetos de escaso valor monetario.


Testimonios

"Imizcoz me ofreció esconderlo en un lugar seguro, detrás de uno de los garajes del PC."
Mario Rotundo

"Echegaray aceptó, por solidaridad, guardar las cosas en la sede central del partido."
Eduardo Barcesat


El sobretodo y la agenda del general

El apoderado del PJ, Jorge Landau, y el senador Antonio Cafiero, participaron por teléfono de la subasta desde la sucursal argentina de la casa Christie's. Sólo tenían 60.000 pesos para ofrecer. Con este dinero adquirieron la agenda personal de Perón y su sobretodo, que el general vistió en junio del 74.


Números

5.396 días estuvo secuestrado el cadáver de Eva Perón: desde el 22 de noviembre de 1955 hasta el 3 de setiembre de 1971..."


Tomado de: Zona, Suplemento de Clarín.
 
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