Expedientes ALFA - OMEGA

Misterio e intriga de principio a fin... curiosidades, hechos bizarros e increibles, lo "paranormal": todo lo diferente a la cotidianeidad tiene lugar en esta bitacora de fenomenos e interrogantes de dificil respuesta... porque ¡aún no hemos perdido la capacidad de asombro!

domingo, enero 18, 2004

Curiosidades de Buenos Aires.

"...MEMORIA URBANA: INVESTIGACIONES DE LAS JUNTAS DE ESTUDIOS HISTORICOS

Curiosidades porteñas: cómo recuperar la "otra" Historia

Historiadores y aficionados buscan y difunden datos del pasado poco conocidos. Se fijan en detalles y anécdotas. Así rescatan desde rarezas de edificios, iglesias y plazas hasta los caprichos de los pioneros.

Pablo Novillo. .
pnovillo@clarin.com

Durante sus 423 años, Buenos Aires fue acumulando cientos de historias, muchas escondidas en el olvido. Por eso, varios vecinos aficionados a la Historia, como cruzados de la memoria, buscan en las calles de la Ciudad los datos sobre ese escurridizo pasado que no llegan a los manuales. Clarín entrevistó a representantes de diferentes juntas de estudios históricos porteñas, quienes contaron sus "anécdotas" preferidas.

¿Una estación de tren "provisoria" que cumplirá 100 años? ¿La nieta de Napoleón enterrada en Recoleta? ¿Un monumento a Sarmiento desproporcionado? Estas son algunas de las curiosidades de la "Reina del Plata":

Tres asimetrías en la Plaza de Mayo

Curiosamente, el centro político y fundacional de la Ciudad tiene un par de cuestiones "descentradas". Una de ellas es la Pirámide de Mayo. El monumento se hallaba originalmente frente a la Catedral, pero con la construcción de la línea A de subte, en 1911, la trasladaron al centro de la plaza. Sin embargo, por un error de cálculo, la Pirámide quedó corrida un metro a la izquierda del centro exacto. Esto se puede comprobar parándose en la vereda de Bolívar, a la altura del eje de la Avenida de Mayo, mirando hacia la Casa Rosada.

Desde esa posición también se podrá observar que, precisamente, la Casa de Gobierno tampoco es simétrica. Se debe a que, originalmente, allí había dos edificios. El que da a Hipólito Yrigoyen era la sede del Correo, que se empezó a construir en 1873 por orden del entonces presidente Domingo F. Sarmiento. Luego, en 1882, el general Julio Argentino Roca mandó hacer el Palacio de Gobierno, que da sobre Rivadavia. Ambos edificios, concebidos por arquitectos suecos, fueron unidos por el italiano Francesco Tamburini —uno de los que diseñó el Teatro Colón— mediante el arco y el pórtico que hoy constituye la entrada. Pero como había una diferencia de altura de 20 centímetros entre las edificaciones, todavía se ve que la cornisa está "quebrada", no es recta. Además, en 1938 se demolió un sector para ensanchar la calle Yrigoyen.

La tercera asimetría está en la Catedral. Desde 1620, la sede religiosa sufrió siete derrumbes. Cuando se comenzó a construir el edificio actual, hacia 1760, otro error de cálculo produjo una desviación hacia la derecha de 1,5 metro aproximadamente. Al pararse en la nave central o la lateral que da hacia Diagonal Norte, se verá la diferencia y la "fuga" a la derecha en el suelo.

Desde la eternidad, hay un testigo que no se cansa de observar la Plaza de Mayo. "A continuación de la Catedral, en Diagonal Norte y San Martín, hay un edificio de oficinas. El arquitecto que lo construyó, Eduardo Le Monnier, mandó hacer una oficina para él, que orientó hacia la plaza. Debajo de los balcones, junto a una serie de figuras griegas, hay un rostro de un señor pelado de bigotes. Es el arquitecto", cuenta Eduardo Lazzari, presidente de la Junta de Estudios Históricos del Buen Ayre.

San Telmo, o el barrio de las religiones

Colonial y porteño por excelencia, el barrio de San Telmo se caracterizó por albergar a los primeros criollos y, luego, a inmigrantes italianos, españoles o uruguayos. Pero, debido a la cercanía con el puerto, en sus calles también hubo espacio para otras colectividades. Ejemplo de ello son cuatro iglesias de cultos poco difundidos en el país.

Como la sueca, en avenida Garay y Azopardo, que fue construida entre 1910 y 1920. A pocas cuadras, en Carlos Calvo al 200, se halla la de la colectividad dinamarquesa, típica por sus ladrillos rojos. "Hubo otra sede religiosa —recuerda Lazzari—, la de los noruegos, en avenida Paseo Colón entre San Juan y Cochabamba. Pero fue demolida cuando se trazó la autopista 25 de Mayo".

La más impactante es la catedral ortodoxa rusa, en Brasil entre Defensa y Balcarce, que se empezó a levantar en 1910. No sólo llama la atención por su diseño, también porque es la principal iglesia de este culto en toda América. Allí las ceremonias aún se realizan en lengua eslava.

Una nieta de Napoleón en la Recoleta

Como varios poderosos, Napoleón Bonaparte acostumbraba tener hijos extramatrimoniales. Así nació el conde Alexandre Walewski, descendiente del emperador francés y la condesa polaca Marie Walewska.

En mayo de 1847, Walewski llegó al país como representante de Francia, para negociar con el gobierno de Rosas el levantamiento del bloqueo comercial que sufría el puerto de Buenos Aires. Con él vino su mujer, Marie Anne de Ricci, que estaba embarazada. Y aquí nació su hija, Isabelle, pero murió a los dos meses. Fue enterrada en la Recoleta, en la cripta de Mariquita Sánchez de Thompson, que la había amadrinado.

La estatua de Rodin, la cabeza de Sarmiento

Al célebre escultor francés Auguste Rodin el Gobierno argentino le hizo un encargo: realizar una escultura de Domingo Sarmiento. La obra, inaugurada en 1900 y emplazada en la esquina de las avenidas Sarmiento y Del Libertador, fue la única escultura hecha por el artista para América (las otras que hay en el continente fueron traídas luego).

Para inmortalizar al "gran maestro" argentino, Rodin se basó en un retrato. Pero, paradójicamente, el autor de la escultura "El pensador" jamás supuso que la anatomía de Sarmiento podía ser motivo de discusión, y por eso diseñó un cuerpo con proporciones normales.

El problema es que Sarmiento era un conocido "cabezón", rasgo que el monumento no refleja, lo que motivó varias críticas.

Tesoros perdidos en el cementerio de Flores

Cuenta Angel Prignano, presidente de la Junta de Estudios Históricos de Flores: "En la década del 40, dos ladrones robaron una gran fortuna de un banco. Estamos investigando, pero la leyenda dice que, para escapar de la Policía, escondieron la plata en unos caños y los enterraron en el cementerio de Flores, en la barranca que da a la calle Castañares". Cuando los apresaron, uno de los ladrones confesó el delito. Y desde ese momento el tesoro siguió oculto en el cementerio. Varios cazafortunas lo recorrían con palas buscando el botín. Hasta que, hacia los 70, se construyó un paredón que impidió la entrada al cementerio. Así, el tesoro quedó enterrado, y ya nadie lo encontró...¿o sí?

Al sur, una Lugano como en Italia

El empresario italiano José Soldati desarrolló gran parte de los barrios del suroeste de la Ciudad, como Villa Lugano. ¿A qué se debe el nombre de este barrio? Cuando el ferrocarril de la Compañía General de Buenos Aires (hoy Belgrano Sur) empezó a expandirse, entre 1907 y 1913, Soldati vendió parte de sus tierras para que pasaran las vías.

Todas las estaciones de esa línea tienen un diseño arquitectónico similar, menos la de Lugano. Es una réplica de la casa natal de Soldati, en el pueblo de Lugano, Italia.

La doble fidelidad de don Antonio

Otro de los inmigrantes que hizo mucho por Buenos Aires fue el conde Antonio Devoto, fundador del barrio que lleva su nombre.

Entre uno de sus legados está la iglesia de San Antonio, en Lincoln y San Nicolás. La construcción arrancó en 1884, pero quedó frenada por muchos años. Hasta que don Antonio la tomó a su cargo, y en 1928, el templo fue inaugurado.

En su interior yacen los restos de su gestor. Pero Devoto no está solo: junto a él sepultaron a quienes fueron sus dos esposas, Rosa Viale y Celina Pombo, para que lo acompañen en el "más allá".

Cuando en Belgrano había camposantos

Cuando Belgrano era todavía un pueblo independiente de Buenos Aires, su parroquia principal era la de Arribeños y José Hernández. Sin embargo, la Comisión Municipal le solicitó al Arzobispado de la provincia un permiso para levantar otra iglesia, que hoy es la "Inmaculada Concepción", más conocida como "la Redonda", en Juramento y Vuelta de Obligado. A cambio del permiso, el Arzobispado requirió la construcción de un cementerio. El camposanto fue inaugurado el 21 de enero de 1860, en la manzana de Blanco Encalada, Zapiola, Monroe y Avenida Balbín. "Funcionó hasta 1875. Hoy, en ese lugar hay viviendas", explica Silvia Vardé, secretaria de la Junta de Estudios Históricos de Belgrano.

Pero ése no fue el único cementerio de la zona. En lo que ahora es la plaza Marcos Sastre (entre Monroe, Miller Valdenegro y las vías del Mitre), en el límite con Villa Urquiza, funcionó otro entre 1874 hasta 1898. Por decreto habían ordenado su emplazamiento en 1871, porque después de la epidemia de fiebre amarilla el cementerio de Recoleta no daba abasto.

La estación provisoria que cumple 100 años

Los retrasos en las grandes obras y las promesas incumplidas no son propiedad de los años recientes. En 1904, fue inaugurada la terminal del ferrocarril San Martín, en Retiro. En principio se trató de una estación "provisoria por seis meses", mientras se prolongara la línea, que tendría su terminal en la actual esquina de las avenidas Córdoba y Leandro N. Alem. Como es evidente, la parada final del Ferrocarril del Pacífico nunca se construyó, y hoy la terminal provisoria entró en el año de su centenario.

En Caballito hay una iglesia al revés

Siguiendo con las iglesias, en avenida Rivadavia y Campichuelo está el templo de Nuestra Señora de Caacupé. Originalmente fue la capilla de la casa que se encontraba en ese predio, donde alguna vez vivió Rudecindo Roca, hermano del presidente. Luego, formó parte del colegio de monjas "Santa Unión de los Sagrados Corazones". En 1983 pasó a ser una iglesia pública, después de haber sido usada incluso como depósito.

La rareza del templo es que tiene la entrada principal del lado opuesto a la calle. Hasta que le hicieron una puerta lateral, los fieles estaban obligados a caminar unos 100 metros desde la vereda para entrar. Pero ésa no es la única particularidad de la iglesia: conserva un altar que perteneció a la Catedral porteña.

Tomado de: Clarín.
 
IBSN: Internet Blog Serial Number 16-11-1962-06