El amor... un misterio que ¿rompe barreras? La siguiente historia parece confirmar tal afirmacion:
"...POLEMICA EN TIERRA DEL FUEGO
El insólito romance de la mujer policía y el preso
Ella lo custodiaba cuando él era llevado a Tribunales, donde afrontaba un juicio. El vínculo nació en ese viaje de 15 minutos.
Wilmar Caballero. USHUAIA. ESPECIAL.
Amo a Gastón y si es necesario esperarlo a que cumpla la condena, lo voy a esperar", afirma Pamela Alejandra Candasi, de 22 años y dos hijos pequeños, policía recibida el año pasado en la Escuela de Cadetes de la Policía de la provincia de Tierra del Fuego.
Esta historia de amor entre Pamela y Gastón Díaz, ocurrió como otras tantas sin que mediara otra cosa más que el sentimiento y el deseo de ser correspondido.
Pamela custodiaba a Gastón Diaz cuando éste era trasladado a tribunales mientras se consustanciaba un juicio en su contra por robo a mano armada a una estación de servicio de Ushuaia.
En el trayecto que duraba no más de 15 minutos, ambos entablaron una relación que fue creciendo hasta convertirse en un amor profundo y muy difícil que puedan separar los barrotes de la celda en que Díaz purga una condena de cinco años.
"En esta relación amorosa, hasta ahora no hubo sexo. Sólo el deseo de permanecer juntos y hacer planes para el futuro", cuenta Pamela. "Todo se desbarrancó cuando Gastón envió una nota a la Justicia pidiendo lo autorizaran a recibir visitas íntimas". Aquí apareció el nombre de Pamela Alejandra Cardasi. Al notificar la Justicia el nombre de la agente como la persona que visitaría al preso, la Jefatura de Policía inmediatamente separó a Pamela de la fuerza y le inició un sumario interno por considerar que la agente no es confiable para la Fuerza de Seguridad, "sobre todo, como dijeron sus jefes a Clarín, cuando existen exigencias a cumplir en la vida particular de todo policía".
Este asunto ha generado una discusión de fondo en la sociedad fueguina. Para las autoridades, "no es posible que una agente de Policía pueda ser confiable al mantener una relación con una persona que está detenida, por violar aquellas normas que la misma Fuerza de Seguridad debe velar para que se cumpla y no se viole".
Para otros, "el amor es más fuerte". El doctor Pablo Villegas, abogado de Pamela, sostiene que "no existe norma jurídica alguna que impida que ambos mantengan su relación amorosa ya que ella es una simple policía y no una guardiacárcel. Aquí la situación es totalmente distinta. El régimen policial, agrega, no determina que una persona que trabaje de policía no pueda visitar a un preso".
Historia de película
El cotejo con la ficción en un caso como el de Pamela y Gastón en Tierra del Fuego se hace una tentación, aunque más no sea por refrendar aquel axioma de que la realidad siempre supera...
En 1986, los hermanos Ethan y Joel Coen contaron en Educando a Arizona la historia de H.I. McDonnough, un ladronzuelo de supermercados (interpretado por Nicolas Cage) que vuelve a caer en prisión y conoce a Edwina (Holly Hunter), la policía encargada de fotografiar a los reclusos. En tono de comedia, la pareja se hace matrimonio y allí empieza sus verdaderas peripecias.
La filmografía británica ofreció en 1994 (y repite por estos días a través de una señal de cable local) la historia dirigida por Angela Pope titulada originalmente Captives y conocida por estas latitudes como Prisioneros de la pasión o Amor cautivo.
La joven odontóloga Rachel Clifford, interpretada por Julia Ormond, empieza a ejercer su profesión en una prisión de máxima seguridad. Allí conoce al convicto Philip Chaney, encarnado por Tim Roth, y entre ambos nace una pasión irrefrenable.
La relación entra en un peligroso juego en el que los dos personajes ponen en riesgo ya no sólo sus corazones sino su propia seguridad: para ella, la de su profesión; para él, la de su vida..."
Fuente: Clarin.
"...POLEMICA EN TIERRA DEL FUEGO
El insólito romance de la mujer policía y el preso
Ella lo custodiaba cuando él era llevado a Tribunales, donde afrontaba un juicio. El vínculo nació en ese viaje de 15 minutos.
Wilmar Caballero. USHUAIA. ESPECIAL.
Amo a Gastón y si es necesario esperarlo a que cumpla la condena, lo voy a esperar", afirma Pamela Alejandra Candasi, de 22 años y dos hijos pequeños, policía recibida el año pasado en la Escuela de Cadetes de la Policía de la provincia de Tierra del Fuego.
Esta historia de amor entre Pamela y Gastón Díaz, ocurrió como otras tantas sin que mediara otra cosa más que el sentimiento y el deseo de ser correspondido.
Pamela custodiaba a Gastón Diaz cuando éste era trasladado a tribunales mientras se consustanciaba un juicio en su contra por robo a mano armada a una estación de servicio de Ushuaia.
En el trayecto que duraba no más de 15 minutos, ambos entablaron una relación que fue creciendo hasta convertirse en un amor profundo y muy difícil que puedan separar los barrotes de la celda en que Díaz purga una condena de cinco años.
"En esta relación amorosa, hasta ahora no hubo sexo. Sólo el deseo de permanecer juntos y hacer planes para el futuro", cuenta Pamela. "Todo se desbarrancó cuando Gastón envió una nota a la Justicia pidiendo lo autorizaran a recibir visitas íntimas". Aquí apareció el nombre de Pamela Alejandra Cardasi. Al notificar la Justicia el nombre de la agente como la persona que visitaría al preso, la Jefatura de Policía inmediatamente separó a Pamela de la fuerza y le inició un sumario interno por considerar que la agente no es confiable para la Fuerza de Seguridad, "sobre todo, como dijeron sus jefes a Clarín, cuando existen exigencias a cumplir en la vida particular de todo policía".
Este asunto ha generado una discusión de fondo en la sociedad fueguina. Para las autoridades, "no es posible que una agente de Policía pueda ser confiable al mantener una relación con una persona que está detenida, por violar aquellas normas que la misma Fuerza de Seguridad debe velar para que se cumpla y no se viole".
Para otros, "el amor es más fuerte". El doctor Pablo Villegas, abogado de Pamela, sostiene que "no existe norma jurídica alguna que impida que ambos mantengan su relación amorosa ya que ella es una simple policía y no una guardiacárcel. Aquí la situación es totalmente distinta. El régimen policial, agrega, no determina que una persona que trabaje de policía no pueda visitar a un preso".
Historia de película
El cotejo con la ficción en un caso como el de Pamela y Gastón en Tierra del Fuego se hace una tentación, aunque más no sea por refrendar aquel axioma de que la realidad siempre supera...
En 1986, los hermanos Ethan y Joel Coen contaron en Educando a Arizona la historia de H.I. McDonnough, un ladronzuelo de supermercados (interpretado por Nicolas Cage) que vuelve a caer en prisión y conoce a Edwina (Holly Hunter), la policía encargada de fotografiar a los reclusos. En tono de comedia, la pareja se hace matrimonio y allí empieza sus verdaderas peripecias.
La filmografía británica ofreció en 1994 (y repite por estos días a través de una señal de cable local) la historia dirigida por Angela Pope titulada originalmente Captives y conocida por estas latitudes como Prisioneros de la pasión o Amor cautivo.
La joven odontóloga Rachel Clifford, interpretada por Julia Ormond, empieza a ejercer su profesión en una prisión de máxima seguridad. Allí conoce al convicto Philip Chaney, encarnado por Tim Roth, y entre ambos nace una pasión irrefrenable.
La relación entra en un peligroso juego en el que los dos personajes ponen en riesgo ya no sólo sus corazones sino su propia seguridad: para ella, la de su profesión; para él, la de su vida..."
Fuente: Clarin.
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