¿San "Vittorio"? Además de genio creativo, ahora resuelto heroe antifascista. Dos películas, una de ellas dirigida por su descendencia, narran esta apasionante historia:
"...LA MEMORIA DE LA SEGUNDA GUERRA: DOS FILMES REPRODUCEN LA CONMOVEDORA HISTORIA
Filmando una película, Vittorio De Sica salvó a 300 judíos de los nazis
En 1943, junto con quien después fue el papa Paulo VI, les dio trabajo a centenares de perseguidos romanos en su obra "La puerta del cielo".
Julio Algañaraz. ROMA. CORRESPONSAL.
Dos películas que recuerdan una epopeya y que podrían dar lugar a una batalla judicial han reactualizado en estos días la filmación de La puerta del cielo, que el gran Vittorio De Sica co menzó a rodar hace 60 años, en el verano europeo de 1943. Era una extraña producción cinematográfica que contaba con el patrocinio del Vaticano y en la que trabajaba un número extraordinario de actores, técnicos y extras, la mayoría de los cuales eran alrededor de 300 judíos italianos y un grupo de perseguidos políticos antifascistas, que fueron así salvados de las garras del ocupante nazi.
De Sica contó luego que el acuerdo secreto con el Vaticano establecía que la filmación debía prolongarse todo lo posible hasta que llegaran los aliados a liberar a Roma, lo que ocurrió el 5 de junio de 1944. Un joven monseñor, alto prelado de la Santa Sede, fue nombrado por el papa Pío XII —sobre quien pesan algunas acusaciones de haber apoyado al régimen nazi— como delegado para la producción, con la reservada misión de salvar a tanta gente de la Gestapo. Su nombre era Giovanni Montini, quien en 1963 se convirtió en el papa Paulo VI. Alguna vieja fotografía de la época lo muestra cuando fue a supervisar la marcha del rodaje por cuenta del Centro Católico Cinematográfico, que financió la película.
El caso es conocido, aunque se ha reactualizado en estos días por el aniversario del comienzo de la filmación de La puerta del cielo y por el conflicto entre el actor y director Christian De Sica, hijo de Vittorio y de la actriz española María Mercader —compañera entonces del director y madre de Christian—, quien fue la protagonista del filme, y el director Maurizio Ponzi, que ha terminado de rodar Con las luces apagadas, una producción que cuenta también la extraordinaria historia de aquella filmación.
Christian De Sica hace dos años que anunció su propósito de hacer un filme sobre lo que pasó en el rodaje de La puerta del cielo. Ahora se limitó a decir que dio mandato a sus abogados para que estudien si no están dadas las condiciones para hacer una demanda de plagio contra Ponzi, quien retruca: "Mi historia es diferente, yo sólo aproveché el contexto histórico de la época".
El diario Corriere della Sera publicó una página con los recuerdos de La puerta del cielo y el conflicto entre la familia De Sica y el director Maurizio Ponzi. Pero lo importante y conmovedor es la movilización humana y los riesgos que corrieron los protagonistas de un caso único en la historia del cine mundial por salvar de la persecución nazi a centenares de perseguidos.
Vittorio De Sica contó varias veces, años más tarde, que también él y otros cineastas querían prolongar al máximo la filmación para salvarse ellos mismos de tener que irse de la Roma ocupada a Venecia, la ciudad donde el régimen fascista de la República de Saló, en el norte de Italia, había decidido establecer el centro de la actividad cinematográfica.
El dictador Benito Mussolini había sido depuesto en julio de 1943 y rescatado más tarde por Hitler de su prisión. Los alemanes ocuparon Roma y Mussolini lideró un régimen fantoche por orden de los nazis, estableciendo un gobierno en la pequeña ciudad de Saló, en el lago de Garda.
La puerta del cielo narraba el viaje de un grupo de peregrinos al santuario de Loreto para pedir la intercesión de la Virgen. El rodaje fue establecido en la basílica de San Paolo Extramuros, una de las cuatro basílicas pontificias de Roma, que gozaba de extraterritorialidad y enormes espacios.
Allí acamparon, hasta que llegaron los liberadores estadounidenses, centenares de perseguidos antifascistas y judíos romanos cuyo destino hubiera sido el campo de exterminio. Todos fueron inscriptos con falsos nombres y vivían en la misma basílica y en sus parques y jardines, para evitar caer en manos de la Gestapo.
Un momento dramático se vivió en febrero de 1944 cuando el célebre torturador y represor fascista Pietro Koch, fusilado después de la liberación de Italia, entró con su banda en la iglesia y se llevó a 60 sospechosos, de los cuales algunos no volvieron más. Otro momento difícil se vivió unos días después, el 3 de marzo, cuando un bombardeo aliado causó grandes destrozos pero sin tocar la basílica de San Paolo, llena de gente como estaba.
La puerta del cielo fue también el filme en el que se encontraron por primera vez Vittorio De Sica y el más grande guionista que tuvo el cine italiano: Cesare Zavattini. Otro autor del "copione" fue el escritor católico Diego Fabbri.
Cuando los norteamericanos liberaron Roma, el día antes del famoso Día D del desembarco aliado en Normandía, Francia, que dio comienzo a la fase final de la Segunda Guerra Mundial, De Sica terminó la filmación de La puerta del cielo. La película fue estrenada en 1945, aunque con poco éxito. Pero fue un gran acontecimiento de solidaridad humana, lo que lo convierte en un filme inolvidable..."
Fuente: Clarín.
"...LA MEMORIA DE LA SEGUNDA GUERRA: DOS FILMES REPRODUCEN LA CONMOVEDORA HISTORIA
Filmando una película, Vittorio De Sica salvó a 300 judíos de los nazis
En 1943, junto con quien después fue el papa Paulo VI, les dio trabajo a centenares de perseguidos romanos en su obra "La puerta del cielo".
Julio Algañaraz. ROMA. CORRESPONSAL.
Dos películas que recuerdan una epopeya y que podrían dar lugar a una batalla judicial han reactualizado en estos días la filmación de La puerta del cielo, que el gran Vittorio De Sica co menzó a rodar hace 60 años, en el verano europeo de 1943. Era una extraña producción cinematográfica que contaba con el patrocinio del Vaticano y en la que trabajaba un número extraordinario de actores, técnicos y extras, la mayoría de los cuales eran alrededor de 300 judíos italianos y un grupo de perseguidos políticos antifascistas, que fueron así salvados de las garras del ocupante nazi.
De Sica contó luego que el acuerdo secreto con el Vaticano establecía que la filmación debía prolongarse todo lo posible hasta que llegaran los aliados a liberar a Roma, lo que ocurrió el 5 de junio de 1944. Un joven monseñor, alto prelado de la Santa Sede, fue nombrado por el papa Pío XII —sobre quien pesan algunas acusaciones de haber apoyado al régimen nazi— como delegado para la producción, con la reservada misión de salvar a tanta gente de la Gestapo. Su nombre era Giovanni Montini, quien en 1963 se convirtió en el papa Paulo VI. Alguna vieja fotografía de la época lo muestra cuando fue a supervisar la marcha del rodaje por cuenta del Centro Católico Cinematográfico, que financió la película.
El caso es conocido, aunque se ha reactualizado en estos días por el aniversario del comienzo de la filmación de La puerta del cielo y por el conflicto entre el actor y director Christian De Sica, hijo de Vittorio y de la actriz española María Mercader —compañera entonces del director y madre de Christian—, quien fue la protagonista del filme, y el director Maurizio Ponzi, que ha terminado de rodar Con las luces apagadas, una producción que cuenta también la extraordinaria historia de aquella filmación.
Christian De Sica hace dos años que anunció su propósito de hacer un filme sobre lo que pasó en el rodaje de La puerta del cielo. Ahora se limitó a decir que dio mandato a sus abogados para que estudien si no están dadas las condiciones para hacer una demanda de plagio contra Ponzi, quien retruca: "Mi historia es diferente, yo sólo aproveché el contexto histórico de la época".
El diario Corriere della Sera publicó una página con los recuerdos de La puerta del cielo y el conflicto entre la familia De Sica y el director Maurizio Ponzi. Pero lo importante y conmovedor es la movilización humana y los riesgos que corrieron los protagonistas de un caso único en la historia del cine mundial por salvar de la persecución nazi a centenares de perseguidos.
Vittorio De Sica contó varias veces, años más tarde, que también él y otros cineastas querían prolongar al máximo la filmación para salvarse ellos mismos de tener que irse de la Roma ocupada a Venecia, la ciudad donde el régimen fascista de la República de Saló, en el norte de Italia, había decidido establecer el centro de la actividad cinematográfica.
El dictador Benito Mussolini había sido depuesto en julio de 1943 y rescatado más tarde por Hitler de su prisión. Los alemanes ocuparon Roma y Mussolini lideró un régimen fantoche por orden de los nazis, estableciendo un gobierno en la pequeña ciudad de Saló, en el lago de Garda.
La puerta del cielo narraba el viaje de un grupo de peregrinos al santuario de Loreto para pedir la intercesión de la Virgen. El rodaje fue establecido en la basílica de San Paolo Extramuros, una de las cuatro basílicas pontificias de Roma, que gozaba de extraterritorialidad y enormes espacios.
Allí acamparon, hasta que llegaron los liberadores estadounidenses, centenares de perseguidos antifascistas y judíos romanos cuyo destino hubiera sido el campo de exterminio. Todos fueron inscriptos con falsos nombres y vivían en la misma basílica y en sus parques y jardines, para evitar caer en manos de la Gestapo.
Un momento dramático se vivió en febrero de 1944 cuando el célebre torturador y represor fascista Pietro Koch, fusilado después de la liberación de Italia, entró con su banda en la iglesia y se llevó a 60 sospechosos, de los cuales algunos no volvieron más. Otro momento difícil se vivió unos días después, el 3 de marzo, cuando un bombardeo aliado causó grandes destrozos pero sin tocar la basílica de San Paolo, llena de gente como estaba.
La puerta del cielo fue también el filme en el que se encontraron por primera vez Vittorio De Sica y el más grande guionista que tuvo el cine italiano: Cesare Zavattini. Otro autor del "copione" fue el escritor católico Diego Fabbri.
Cuando los norteamericanos liberaron Roma, el día antes del famoso Día D del desembarco aliado en Normandía, Francia, que dio comienzo a la fase final de la Segunda Guerra Mundial, De Sica terminó la filmación de La puerta del cielo. La película fue estrenada en 1945, aunque con poco éxito. Pero fue un gran acontecimiento de solidaridad humana, lo que lo convierte en un filme inolvidable..."
Fuente: Clarín.
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