Los hackers brasileños demuestran que su país es "o mais grande do mundo" - todo un paraíso para los delitos informáticos.
"...SEGURIDAD INFORMATICA
Sin temores legales, los hackers brasileños viven en el “paraíso” virtual
Las leyes laxas y las proliferación de las asociaciones de delincuentes son el caldo de cultivo para la multiplicación de los hackers. Brasil, un laboratorio de delitos cibernéticos.
Por Tony Smith.
Con una sonrisita de “ya te lo dije”, Marcos Flávio Assunçao lee cuatro dígitos en voz alta –un código bancario de Internet- que acaba de interceptar mientras un periodista se comunica a través de su laptop con el sitio web (supuestamente seguro) de un banco. “No importa si estuvieras del otro lado del mundo en Malasia”, dijo Assunçao, de 22 años. “Aún así podría robarte el password”. Si bien resulta sorprendente, el talento de Assunçao no es tan raro en Brasil, donde el crimen organizado es muy frecuente y las leyes para impedir los delitos informáticos son pocas y, en su mayoría, ineficientes. Con este marco de impunidad a los hackers les es muy fácil espcializarse en tareas tales como el robo de identidad y de datos, el fraude con tarjetas de crédito y la piratería.
“La mayoría de nosotros somos hackers, no ladrones de códigos; tipos buenos que sólo lo hacen por el desafío, no criminales”, dijo Assunçao, que asegura que su único delito lo cometió cuando tenía 14 años: saboteó el sitio de un proveedor de servicios de Internet durante todo un fin de semana después de haber discutido con su dueño. En todo el mundo, a los hackers les gusta definirse como sombreros blancos (tipos buenos) o sombreros negros (tipos malos), explicó Alessio Fon Melozo, director editorial de Digerati, que publica una revista de hackers, “H4ck3r: La revista del submundo digital”. “Aquí en Brasil, en cambio, hay diversas tonalidades de grises”, agrega.
Assunçao creó un software de seguridad para su empleador, Defnet, una pequeña consultora de Internet, con sede en San Pablo. El software utiliza un sistema que puede seducir y monitorear a los intrusos en tiempo real. También utiliza técnicas para descubrir a los impostores que disfrazan a sus máquinas y las hacen pasar como si fueran de bancos y otros sitios seguros. Hasta el momento, Assunçao no consiguió una cita con sus clientes potenciales: los ejecutivos de seguridad de los principales bancos. “Dicen que tienen su propia seguridad y prefieren hacer la vista gorda”, señaló. “Pero los hackers brasileños somos conocidos por nuestra creatividad. Si las cosas siguen así, ya no habrá más robos a bancos a mano armada. Todos los robos se harán por Internet”.
En los últimos dos años por lo menos, Brasil fue la base más activa de hackers, según mi2g Intelligence Unit, una consultora de riesgo digital con sede en Londres. El año pasado, los 10 grupos más activos de vándalos y delincuentes de Internet de todo el mundo eran brasileñose incluían grupos con nombres como Breaking Your Security, Virtual Hell y Rooting Your Admin. En lo que va del año, en Brasil se registraron cerca de 96.000 ataques abiertos en Internet, seis veces más que la cantidad de ataques registrados en el país que le sigue, Turquía, siempre según mi2g.
Los 20 oficiales que trabajan para la división de delitos electrónicos de la policía de San Pablo atrapan unos 40 ciberdelincuentes por mes. Pero estos criminales representan sólo una fracción de la cantidad “notoria y cada vez más grande” de delitos informáticos en San Pablo, la capital económica de Brasil, dijo Ronaldo Tossunian, subcomisario de esa unidad policial. El esfuerzo del departamento de San Pablo no se ve favorecido por la legislación que data de 1988, mucho antes de que la mayoría de los brasileños supiera qué es Internet. Según esa ley, las autoridades policiales no pueden arrestar a un hacker simplemente por ingresar a un sitio, ni siquiera por distribuir un virus informático, a menos que puedan demostrar que la acción resultó en un delito.
“No tenemos una legislación específica para este tipo de delitos, como existe en los Estados Unidos y Europa, dijo Tossunian. “Sabotear un sitio no es suficiente para ordenar un arresto, lo cual significa que no existen obstáculos”. Por su parte, los analistas dicen que muchas empresas, incluso los bancos, tardaron en entender, o se niegan a reconocer, la seriedad del problema. Fabricio Martins, principal oficial de seguridad de Nexxy Capital Group, uno de los proveedores líderes de sitios web para compañías de comercio electrónico, dijo: “La mayoría de las empresas en San Pablo no toman precauciones hasta que sucede algo malo”. Martins, por ejemplo, recién reforzó el software de seguridad de Nexxy después de que, hace dos años, robaron las direcciones de emails de sus clientes.
Si bien el costo de tener una computadora le resulta prohibitivo a la mayoría de la gente en Brasil, donde el salario promedio es inferior a 300 dólares por mes, obtener información sobre los hackers y sus actividades es sencillo. La revista H4ck3r, que se puede comprar en cualquier puesto de diarios en todo el país, vende unos 20.000 ejemplares por mes. ¿Por qué los hackers de Brasil son tan fuertes y están tan llenos de recursos? Porque no tienen temores legales, dijo Assunçao. “Los hackers brasileños son sociales y comparten más información que los hackers en los países desarrollados”, dijo Assunçao. “Es una cuestión cultural. No creo que los hackers norteamericanos estén tan dispuestos a compartir información entre sí”.
© The New York Times
Traducción de Claudia Martínez..."
Tomado de: Clarín.
"...SEGURIDAD INFORMATICA
Sin temores legales, los hackers brasileños viven en el “paraíso” virtual
Las leyes laxas y las proliferación de las asociaciones de delincuentes son el caldo de cultivo para la multiplicación de los hackers. Brasil, un laboratorio de delitos cibernéticos.
Por Tony Smith.
Con una sonrisita de “ya te lo dije”, Marcos Flávio Assunçao lee cuatro dígitos en voz alta –un código bancario de Internet- que acaba de interceptar mientras un periodista se comunica a través de su laptop con el sitio web (supuestamente seguro) de un banco. “No importa si estuvieras del otro lado del mundo en Malasia”, dijo Assunçao, de 22 años. “Aún así podría robarte el password”. Si bien resulta sorprendente, el talento de Assunçao no es tan raro en Brasil, donde el crimen organizado es muy frecuente y las leyes para impedir los delitos informáticos son pocas y, en su mayoría, ineficientes. Con este marco de impunidad a los hackers les es muy fácil espcializarse en tareas tales como el robo de identidad y de datos, el fraude con tarjetas de crédito y la piratería.
“La mayoría de nosotros somos hackers, no ladrones de códigos; tipos buenos que sólo lo hacen por el desafío, no criminales”, dijo Assunçao, que asegura que su único delito lo cometió cuando tenía 14 años: saboteó el sitio de un proveedor de servicios de Internet durante todo un fin de semana después de haber discutido con su dueño. En todo el mundo, a los hackers les gusta definirse como sombreros blancos (tipos buenos) o sombreros negros (tipos malos), explicó Alessio Fon Melozo, director editorial de Digerati, que publica una revista de hackers, “H4ck3r: La revista del submundo digital”. “Aquí en Brasil, en cambio, hay diversas tonalidades de grises”, agrega.
Assunçao creó un software de seguridad para su empleador, Defnet, una pequeña consultora de Internet, con sede en San Pablo. El software utiliza un sistema que puede seducir y monitorear a los intrusos en tiempo real. También utiliza técnicas para descubrir a los impostores que disfrazan a sus máquinas y las hacen pasar como si fueran de bancos y otros sitios seguros. Hasta el momento, Assunçao no consiguió una cita con sus clientes potenciales: los ejecutivos de seguridad de los principales bancos. “Dicen que tienen su propia seguridad y prefieren hacer la vista gorda”, señaló. “Pero los hackers brasileños somos conocidos por nuestra creatividad. Si las cosas siguen así, ya no habrá más robos a bancos a mano armada. Todos los robos se harán por Internet”.
En los últimos dos años por lo menos, Brasil fue la base más activa de hackers, según mi2g Intelligence Unit, una consultora de riesgo digital con sede en Londres. El año pasado, los 10 grupos más activos de vándalos y delincuentes de Internet de todo el mundo eran brasileñose incluían grupos con nombres como Breaking Your Security, Virtual Hell y Rooting Your Admin. En lo que va del año, en Brasil se registraron cerca de 96.000 ataques abiertos en Internet, seis veces más que la cantidad de ataques registrados en el país que le sigue, Turquía, siempre según mi2g.
Los 20 oficiales que trabajan para la división de delitos electrónicos de la policía de San Pablo atrapan unos 40 ciberdelincuentes por mes. Pero estos criminales representan sólo una fracción de la cantidad “notoria y cada vez más grande” de delitos informáticos en San Pablo, la capital económica de Brasil, dijo Ronaldo Tossunian, subcomisario de esa unidad policial. El esfuerzo del departamento de San Pablo no se ve favorecido por la legislación que data de 1988, mucho antes de que la mayoría de los brasileños supiera qué es Internet. Según esa ley, las autoridades policiales no pueden arrestar a un hacker simplemente por ingresar a un sitio, ni siquiera por distribuir un virus informático, a menos que puedan demostrar que la acción resultó en un delito.
“No tenemos una legislación específica para este tipo de delitos, como existe en los Estados Unidos y Europa, dijo Tossunian. “Sabotear un sitio no es suficiente para ordenar un arresto, lo cual significa que no existen obstáculos”. Por su parte, los analistas dicen que muchas empresas, incluso los bancos, tardaron en entender, o se niegan a reconocer, la seriedad del problema. Fabricio Martins, principal oficial de seguridad de Nexxy Capital Group, uno de los proveedores líderes de sitios web para compañías de comercio electrónico, dijo: “La mayoría de las empresas en San Pablo no toman precauciones hasta que sucede algo malo”. Martins, por ejemplo, recién reforzó el software de seguridad de Nexxy después de que, hace dos años, robaron las direcciones de emails de sus clientes.
Si bien el costo de tener una computadora le resulta prohibitivo a la mayoría de la gente en Brasil, donde el salario promedio es inferior a 300 dólares por mes, obtener información sobre los hackers y sus actividades es sencillo. La revista H4ck3r, que se puede comprar en cualquier puesto de diarios en todo el país, vende unos 20.000 ejemplares por mes. ¿Por qué los hackers de Brasil son tan fuertes y están tan llenos de recursos? Porque no tienen temores legales, dijo Assunçao. “Los hackers brasileños son sociales y comparten más información que los hackers en los países desarrollados”, dijo Assunçao. “Es una cuestión cultural. No creo que los hackers norteamericanos estén tan dispuestos a compartir información entre sí”.
© The New York Times
Traducción de Claudia Martínez..."
Tomado de: Clarín.
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