Uno de mis escritores favoritos, no tanto por su vertiente filosofica, sino por la amenidad y claridad de sus escritos y el contenido de los mismos.
"...ENTREVISTA CON EL FILOSOFO ESPAÑOL
Savater: "No desear a la mujer del prójimo es una exageración"
El reconocido autor está escribiendo un libro sobre los Diez Mandamientos. Tiene un programa de TV donde analiza uno de los preceptos cristianos cada semana.
Socorro Estrada.
sestrada@clarin.com
Es agnóstico, pero tiene un programa de TV donde analiza los Diez Mandamientos y le hace recriminaciones a Dios, tuteándolo. Amenazado por la ETA —por su lucha contra el terrorismo desde la organización ¡Basta ya!— y con un guardaespaldas como sombra, acaba de publicar el ensayo El valor de elegir, sobre la libertad. Paradojas de Fernando Savater. Un filósofo que se autodefine como escritor y periodista, que a los 56 años publicó una autobiografía prematura —para que le recuerden que es joven— e incursionó con un programa propio en la televisión, Savater 10M. Desde allí propone analizar cada semana (se ve los miércoles en canal "á") un mandamiento, con el estilo propio de quien insiste en desdramatizar la vida y sus circunstancias.
Desde Madrid, mientras prepara una nueva incursión televisiva con un programa de entrevistas a grandes personalidades y escribe un libro sobre —otra vez— los Diez Mandamientos, Savater habló de la vigencia de estos preceptos en la cultura contemporánea.
—¿En lo personal, cuál es su vínculo con los Diez Mandamientos?
—Para mí son una serie de tabús que, poco a poco, he ido reinterpretando. Algunos, como respetar la vida de los demás o el apego a la verdad, tienen valor más allá de lo religioso. Otros, en cambio, están circunscriptos a una ideología a veces puritana.
—A 3.000 años de su formulación, ¿ameritan una revisión?
—De hecho, han sido reformulados de muchas maneras a lo largo de los siglos. Pensemos, por ejemplo, en el que tiene que ver con la propiedad: "No robarás". Hoy sabemos que hay muchas formas de explotación y abuso del trabajo ajeno, y ese mandamiento se ha resignificado.
—¿Qué sentido cree que tiene el décimo mandamiento, "no codiciarás bienes ajenos", en esta época de tanta desigualdad?
—Me parece que ya no es un mandamiento en individual, sino de escala internacional. Las desigualdades a escala planetaria amenazan la posibilidad de convivencia mínimamente armónica y es racional suponer que si el mundo se hace más equitativo, será también más seguro. Desde el 11 de setiembre sabemos que nadie está a salvo en un planeta lleno de convulsiones, injusticias y fanatismos.
—Si pudiera agregar un mandamiento, ¿cual sería?
—Creo que "educarás a los niños de este mundo", porque vivimos en un mundo en el que la ignorancia produce miseria. "Educarás a tu prójimo como a ti mismo", podría ser ¿no? También ampliaría el que se refiere a la mentira, con un enunciado como "no informarás en vano".
—Y si tuviera la posibilidad de eliminar alguno, cuál tacharía primero?
—Francamente, los referidos a pecados como desear a la mujer del prójimo. Sobre todo porque casi todas las mujeres son del prójimo. Hay muchas más mujeres del prójimo que propias, así que me parece exagerado.
—Agnóstico confeso, ¿en qué cosas sí cree?
—Yo creo en las realidades visibles, palpables y simbólicas del mundo en que nos movemos, que para mí son suficientes. En nuestras limitaciones, en la relación de los seres humanos unos con otros y en que somos los humanos los que damos sentidos a nuestras propias vidas y las de los demás. Como suele decirse en España, son creencias de "tejas para abajo". El universo es suficientemente amplio y nosotros suficientemente pequeños como para que cualquier ser prudente sepa que hay cosas que venerar, cosas que respetar y misterios a nuestro alrededor. No hace falta inventar leyendas teológicas para encontrar profundidad en nuestras vidas, porque tienen más de las que podemos manejar.
Foto del Autor.
Savater Básico
SAN SEBASTIAN, ESPAÑA, 1947.
FILOSOFO Y ESCRITOR.
Estudió Filosofía y Letras y desde 1995 enseña Filosofía y Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Ensayista, periodista, novelista y dramaturgo, lleva publicados más de 45 libros. Entre ellos, Etica para Amador , Diccionario filosófico, Las preguntas de la vida, Despierta y lee, El contenido de la felicidad, y El valor de elegir. Es colaborador habitual del diario El País desde su fundación. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Ensayo y el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. Fue finalista del Premio Planeta con su novela El jardín de las dudas. En el año 2000 recibió, además, el premio Sajarov de los Derechos Humanos..."
Tomado de: Clarín.
"...ENTREVISTA CON EL FILOSOFO ESPAÑOL
Savater: "No desear a la mujer del prójimo es una exageración"
El reconocido autor está escribiendo un libro sobre los Diez Mandamientos. Tiene un programa de TV donde analiza uno de los preceptos cristianos cada semana.
Socorro Estrada.
sestrada@clarin.com
Es agnóstico, pero tiene un programa de TV donde analiza los Diez Mandamientos y le hace recriminaciones a Dios, tuteándolo. Amenazado por la ETA —por su lucha contra el terrorismo desde la organización ¡Basta ya!— y con un guardaespaldas como sombra, acaba de publicar el ensayo El valor de elegir, sobre la libertad. Paradojas de Fernando Savater. Un filósofo que se autodefine como escritor y periodista, que a los 56 años publicó una autobiografía prematura —para que le recuerden que es joven— e incursionó con un programa propio en la televisión, Savater 10M. Desde allí propone analizar cada semana (se ve los miércoles en canal "á") un mandamiento, con el estilo propio de quien insiste en desdramatizar la vida y sus circunstancias.
Desde Madrid, mientras prepara una nueva incursión televisiva con un programa de entrevistas a grandes personalidades y escribe un libro sobre —otra vez— los Diez Mandamientos, Savater habló de la vigencia de estos preceptos en la cultura contemporánea.
—¿En lo personal, cuál es su vínculo con los Diez Mandamientos?
—Para mí son una serie de tabús que, poco a poco, he ido reinterpretando. Algunos, como respetar la vida de los demás o el apego a la verdad, tienen valor más allá de lo religioso. Otros, en cambio, están circunscriptos a una ideología a veces puritana.
—A 3.000 años de su formulación, ¿ameritan una revisión?
—De hecho, han sido reformulados de muchas maneras a lo largo de los siglos. Pensemos, por ejemplo, en el que tiene que ver con la propiedad: "No robarás". Hoy sabemos que hay muchas formas de explotación y abuso del trabajo ajeno, y ese mandamiento se ha resignificado.
—¿Qué sentido cree que tiene el décimo mandamiento, "no codiciarás bienes ajenos", en esta época de tanta desigualdad?
—Me parece que ya no es un mandamiento en individual, sino de escala internacional. Las desigualdades a escala planetaria amenazan la posibilidad de convivencia mínimamente armónica y es racional suponer que si el mundo se hace más equitativo, será también más seguro. Desde el 11 de setiembre sabemos que nadie está a salvo en un planeta lleno de convulsiones, injusticias y fanatismos.
—Si pudiera agregar un mandamiento, ¿cual sería?
—Creo que "educarás a los niños de este mundo", porque vivimos en un mundo en el que la ignorancia produce miseria. "Educarás a tu prójimo como a ti mismo", podría ser ¿no? También ampliaría el que se refiere a la mentira, con un enunciado como "no informarás en vano".
—Y si tuviera la posibilidad de eliminar alguno, cuál tacharía primero?
—Francamente, los referidos a pecados como desear a la mujer del prójimo. Sobre todo porque casi todas las mujeres son del prójimo. Hay muchas más mujeres del prójimo que propias, así que me parece exagerado.
—Agnóstico confeso, ¿en qué cosas sí cree?
—Yo creo en las realidades visibles, palpables y simbólicas del mundo en que nos movemos, que para mí son suficientes. En nuestras limitaciones, en la relación de los seres humanos unos con otros y en que somos los humanos los que damos sentidos a nuestras propias vidas y las de los demás. Como suele decirse en España, son creencias de "tejas para abajo". El universo es suficientemente amplio y nosotros suficientemente pequeños como para que cualquier ser prudente sepa que hay cosas que venerar, cosas que respetar y misterios a nuestro alrededor. No hace falta inventar leyendas teológicas para encontrar profundidad en nuestras vidas, porque tienen más de las que podemos manejar.
Foto del Autor.
Savater Básico
SAN SEBASTIAN, ESPAÑA, 1947.
FILOSOFO Y ESCRITOR.
Estudió Filosofía y Letras y desde 1995 enseña Filosofía y Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Ensayista, periodista, novelista y dramaturgo, lleva publicados más de 45 libros. Entre ellos, Etica para Amador , Diccionario filosófico, Las preguntas de la vida, Despierta y lee, El contenido de la felicidad, y El valor de elegir. Es colaborador habitual del diario El País desde su fundación. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Ensayo y el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. Fue finalista del Premio Planeta con su novela El jardín de las dudas. En el año 2000 recibió, además, el premio Sajarov de los Derechos Humanos..."
Tomado de: Clarín.
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