La demora judicial y el cuerpo que espera sepultura
Otro caso donde el ambito judicial (al menos por el momento) no genera justicia.
"...Demora judicial
Un cuerpo espera sepultura desde hace catorce años
El cadáver de Andrés Núñez está dentro de una caja fuerte
En la causa no hay detenidos
Los acusados son todos policías de la bonaerense
El expediente ya tiene más de cinco mil fojas
Una carta al presidente Kirchner
LA PLATA.- Andrés Núñez fue secuestrado el 28 de septiembre de 1990 por personal de la Brigada de Investigaciones platense. Cinco años después, su cuerpo apareció incinerado en un campo que era propiedad de uno de los policías acusados por su desaparición. Inexplicablemente, a casi catorce años del crimen, sus restos permanecen en una bolsa dentro de la caja fuerte de un juzgado de transición sin que sus familiares puedan inhumarlo.
"Pedí varias veces los restos para darle sepultura, pero me respondieron que hasta que no se realice el juicio podrían ser necesitados para la investigación", contó Mirna Gómez, que fue pareja de Núñez, con quien tuvo una hija.
El Juzgado de Transición N° 1, a cargo de Horacio Nardo, recibió los restos de Núñez en 1998. Sin embargo, la causa sólo llegó a manos del juez el 27 de julio de 2000 y, según explican colaboradores del magistrado, los reiterados recursos presentados por los abogados defensores de los imputados llevaron la discusión hacia otras instancias judiciales.
Una secretaria del juez Nardo, además de aseverar que su jefe no habla con la prensa, dijo a LA NACION: "Hoy no existe un impedimento concreto para entregar el cuerpo".
No obstante, la funcionaria judicial recordó el obstáculo original por el cual los restos no fueron entregados a sus deudos: el 17 de julio de 1998, ante uno de los tantos pedidos de Gómez para recuperar los restos, el entonces fiscal del caso Octavio Sequeiros consideró que podrían ser una prueba fundamental para el juicio oral.
Por otra parte, uno de los abogados defensores de los policías acusados, Alejandro Casal, solicitó la realización de una prueba de ADN. Esta nunca pudo realizarse, ante la inexistencia de los insumos necesarios requeridos para el estudio.
Durante años, Mirna Gómez visitó una vez por mes el juzgado, para honrar la memoria de quien había sido su pareja, frente a la caja fuerte.
Pese a la presentación de varios pedidos formales para que le restituyeran los restos, nunca lo logró. La última vez fue en julio de 2002. Desistió. La causa, que hoy posee unas 5000 fojas, tres prófugos y ningún detenido, pasó por todas las instancias conocidas en la Justicia, incluidas la Suprema Corte de Justicia bonaerense y la Corte Suprema de la Nación, de donde fue devuelta el 20 de febrero último.
Ahora se prepara la acusación fiscal para elevar el caso a juicio oral, que podría concretarse antes de fin del presente año.
Agobiada por la situación, Mirna Gómez escribió a principios del presente año una carta al presidente Néstor Kirchner para pedir que la ayude a terminar su calvario, que en septiembre próximo cumplirá 14 años.
Andrés Núñez era un albañil de 32 años que vivía en Ensenada con su mujer y su pequeña Leila -por entonces, de apenas un año- y estaba acusado por el robo de una bicicleta, algo que nunca pudo comprobarse.
De su casa fue llevado el 28 de septiembre de 1990 por un grupo de hombres de civil que dijeron pertenecer a la Brigada de Investigaciones platense. Varios testigos vieron allí a Núñez y también oyeron sus lamentos mientras era torturado hasta la muerte.
Un largo camino
Originalmente, la investigación recayó en el entonces juez penal Amílcar Vara, quien prácticamente no logró ningún avance.
Por su mal desempeño en ésta y otras causas, Vara fue destituido en un jury y en junio de 1995 la causa quedó en manos de Ricardo Szelagowski, hoy camarista-.
Al poco tiempo, el ex policía Daniel Ramos, acusado de participar de los tormentos, se quebró y dijo que habían ocultado el cuerpo en un campo situado en el partido de General Belgrano y que en su momento había sido adjudicado al ex comisario Mario "Chorizo" Rodríguez, primo de uno de los acusados y sospechoso de haber protegido a los policías.
Szelagowski dispuso la detención de varios miembros de la policía que se desempeñaban en la entonces Brigada de Investigaciones, con cargos que van desde torturas seguidas de muerte hasta omisión de evitar torturas y de denunciarlas.
Desde entonces, Luis Raúl Ponce, Pablo Martín Gerez y Jorge Alfredo González, acusados por la muerte de Núñez, están prófugos. Sus rostros pueden hallarse desde la semana última en la página web del Ministerio de Seguridad provincial ( www.mseg.gba.gov.ar ), que decidió publicar las caras y causas de 22 ex policías y unos 50 civiles sobre los que pesan pedidos de captura.
El voluminoso expediente y los restos de Núñez llegaron al juzgado de Nardo en 1998. Durante todo este tiempo se diligenciaron allí decenas de recursos que convirtieron la causa en un verdadero laberinto.
En 2001, Mirna Gómez presentó un escrito en el que asegura que Gerez vive en General Rodríguez y que González trabaja en una remisería de San Justo. Ponce, según la denuncia de Gómez, tiene una flotilla de taxis y conduce un Peugeot 504.
No se sabe si esa pista fue seguida. Ramos y otro ex policía, Víctor Dos Santos, fueron beneficiados con una excarcelación extraordinaria, pero continúan procesados por el delito de torturas seguidas de muerte.
Otros ocho procesados por omitir denuncia también están en libertad: Oscar Silva, César Gerónimo Carrizo, Pedro Costilla, Gustavo Veiga, Juan Puchetta, Héctor Lazcano, Héctor Ferrero y Roberto Martire.
Por Pablo Morosi
Corresponsal en La Plata ..."
"...Demora judicial
Un cuerpo espera sepultura desde hace catorce años
El cadáver de Andrés Núñez está dentro de una caja fuerte
En la causa no hay detenidos
Los acusados son todos policías de la bonaerense
El expediente ya tiene más de cinco mil fojas
Una carta al presidente Kirchner
LA PLATA.- Andrés Núñez fue secuestrado el 28 de septiembre de 1990 por personal de la Brigada de Investigaciones platense. Cinco años después, su cuerpo apareció incinerado en un campo que era propiedad de uno de los policías acusados por su desaparición. Inexplicablemente, a casi catorce años del crimen, sus restos permanecen en una bolsa dentro de la caja fuerte de un juzgado de transición sin que sus familiares puedan inhumarlo.
"Pedí varias veces los restos para darle sepultura, pero me respondieron que hasta que no se realice el juicio podrían ser necesitados para la investigación", contó Mirna Gómez, que fue pareja de Núñez, con quien tuvo una hija.
El Juzgado de Transición N° 1, a cargo de Horacio Nardo, recibió los restos de Núñez en 1998. Sin embargo, la causa sólo llegó a manos del juez el 27 de julio de 2000 y, según explican colaboradores del magistrado, los reiterados recursos presentados por los abogados defensores de los imputados llevaron la discusión hacia otras instancias judiciales.
Una secretaria del juez Nardo, además de aseverar que su jefe no habla con la prensa, dijo a LA NACION: "Hoy no existe un impedimento concreto para entregar el cuerpo".
No obstante, la funcionaria judicial recordó el obstáculo original por el cual los restos no fueron entregados a sus deudos: el 17 de julio de 1998, ante uno de los tantos pedidos de Gómez para recuperar los restos, el entonces fiscal del caso Octavio Sequeiros consideró que podrían ser una prueba fundamental para el juicio oral.
Por otra parte, uno de los abogados defensores de los policías acusados, Alejandro Casal, solicitó la realización de una prueba de ADN. Esta nunca pudo realizarse, ante la inexistencia de los insumos necesarios requeridos para el estudio.
Durante años, Mirna Gómez visitó una vez por mes el juzgado, para honrar la memoria de quien había sido su pareja, frente a la caja fuerte.
Pese a la presentación de varios pedidos formales para que le restituyeran los restos, nunca lo logró. La última vez fue en julio de 2002. Desistió. La causa, que hoy posee unas 5000 fojas, tres prófugos y ningún detenido, pasó por todas las instancias conocidas en la Justicia, incluidas la Suprema Corte de Justicia bonaerense y la Corte Suprema de la Nación, de donde fue devuelta el 20 de febrero último.
Ahora se prepara la acusación fiscal para elevar el caso a juicio oral, que podría concretarse antes de fin del presente año.
Agobiada por la situación, Mirna Gómez escribió a principios del presente año una carta al presidente Néstor Kirchner para pedir que la ayude a terminar su calvario, que en septiembre próximo cumplirá 14 años.
Andrés Núñez era un albañil de 32 años que vivía en Ensenada con su mujer y su pequeña Leila -por entonces, de apenas un año- y estaba acusado por el robo de una bicicleta, algo que nunca pudo comprobarse.
De su casa fue llevado el 28 de septiembre de 1990 por un grupo de hombres de civil que dijeron pertenecer a la Brigada de Investigaciones platense. Varios testigos vieron allí a Núñez y también oyeron sus lamentos mientras era torturado hasta la muerte.
Un largo camino
Originalmente, la investigación recayó en el entonces juez penal Amílcar Vara, quien prácticamente no logró ningún avance.
Por su mal desempeño en ésta y otras causas, Vara fue destituido en un jury y en junio de 1995 la causa quedó en manos de Ricardo Szelagowski, hoy camarista-.
Al poco tiempo, el ex policía Daniel Ramos, acusado de participar de los tormentos, se quebró y dijo que habían ocultado el cuerpo en un campo situado en el partido de General Belgrano y que en su momento había sido adjudicado al ex comisario Mario "Chorizo" Rodríguez, primo de uno de los acusados y sospechoso de haber protegido a los policías.
Szelagowski dispuso la detención de varios miembros de la policía que se desempeñaban en la entonces Brigada de Investigaciones, con cargos que van desde torturas seguidas de muerte hasta omisión de evitar torturas y de denunciarlas.
Desde entonces, Luis Raúl Ponce, Pablo Martín Gerez y Jorge Alfredo González, acusados por la muerte de Núñez, están prófugos. Sus rostros pueden hallarse desde la semana última en la página web del Ministerio de Seguridad provincial ( www.mseg.gba.gov.ar ), que decidió publicar las caras y causas de 22 ex policías y unos 50 civiles sobre los que pesan pedidos de captura.
El voluminoso expediente y los restos de Núñez llegaron al juzgado de Nardo en 1998. Durante todo este tiempo se diligenciaron allí decenas de recursos que convirtieron la causa en un verdadero laberinto.
En 2001, Mirna Gómez presentó un escrito en el que asegura que Gerez vive en General Rodríguez y que González trabaja en una remisería de San Justo. Ponce, según la denuncia de Gómez, tiene una flotilla de taxis y conduce un Peugeot 504.
No se sabe si esa pista fue seguida. Ramos y otro ex policía, Víctor Dos Santos, fueron beneficiados con una excarcelación extraordinaria, pero continúan procesados por el delito de torturas seguidas de muerte.
Otros ocho procesados por omitir denuncia también están en libertad: Oscar Silva, César Gerónimo Carrizo, Pedro Costilla, Gustavo Veiga, Juan Puchetta, Héctor Lazcano, Héctor Ferrero y Roberto Martire.
Por Pablo Morosi
Corresponsal en La Plata ..."
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