Vida despues de la vida, correos electrónicos despues de la muerte.

"...SOCIEDAD

Inglaterra: llegan e-mails desde el más allá...

Dos compañías ofrecen a los usuarios de correo electrónico conservar por determinado tiempo uno o más e-mails para ser enviados después de la muerte de su autor. Uno de los sitios ya recibió 5 millones de visitas.

Por Bob Tedeschi.

Atención usuarios asiduos del correo electrónico: suena extraño pero ya se pueden “enviar” e-mails desde el más allá. La compañía británica Mylastemail (www.mylastemail.com) acaba de introducir al mercado un servicio que guarda los e-mails de despedida de cualquier mortal durante tres años y los envía cuando el remitente se muere. El servicio cuesta 10 dólares y, si el período contratado expira antes que el suscriptor, el cliente puede renovarlo.

“El sitio le ahorra a los clientes y a sus familiares la engorrosa tarea de organizar despedidas prematuras”, dijo Karen Peach, una de las fundadoras de la empresa. “No siempre uno se despide del marido o los hijos pensando en que no los va a volver a ver nunca más. Pensamos que era una buena opción tener un lugar donde guardar las ideas que queremos dejarles a los demás una vez que nos vamos y creímos que el e-mail era el medio adecuado; claro, que sin correr el riesgo de que alguien las vea,” agregó.

Los suscriptores pueden almacenar y actualizar hasta 5 megabytes de mensajes de correo electrónico, videos o fotos y, luego, deben imprimir las instrucciones para que sus sobrevivientes puedan notificarle a los operadores del sitio la muerte del cliente. Cuando la compañía recibe el aviso de que el suscriptor murió, envía los e-mails guardados a los deudos, invitándolos a recuperar los mensajes del sitio. Para asegurar la privacidad, la compañía utiliza un sistema de encriptación que evita que sus empleados lean los textos.

El servicio no es el primero de su clase, pero es menos costoso que www.lastwishes.com, que no sólo transmite e-mails post mortem sino que le permite al usuario dar instrucciones referidas a cuestiones como su propio entierro y el destino de sus propiedades y fondos. Last Wishes (en español, “Ultimos deseos”), que tiene oficinas en Inglaterra y en los Estados Unidos, cobra una suscripción de 40 dólares, más 5 dólares por año o 99 dólares por la membresía vitalicia.

Peach dijo que My last e-mail (en español, “Mi último mensaje de correo electrónico”), pretende todo lo contrario: “Queremos que sea lo más sencillo posible”. Y no le va mal: a fines de la semana pasada, el sitio ya había recibido más de 5 millones de visitas y, aunque la empresa no quiso revelar la cantidad de suscriptores que tenía, informó que ninguno había muerto todavía. Peach agregó que la firma tiene un contrato con otra empresa para garantizar la continuación del servicio en el caso de que todos los empleados de la empresa murieran de repente.

© The New York Times

Traducción de Claudia Martínez..."

Tomado de: Clarín.