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jueves, julio 03, 2003

La bizarra batalla legal por el dominio mas codiciado de la red...

"...INTERNET

La batalla legal por la propiedad del dominio sex.com, un western millonario con final feliz

En 1994, un joven ingeniero informático registró le dominio sex.com. Hoy, tras una década de litigios judiciales, finalmente puede decir que la dirección de Internet más valiosa del mundo le pertenece sólo a él.

Por Kieren McCarthy.

Siempre se supo que iba a ser una batalla emocionante. Un ingeniero informático devenido rico con el “boom” de Internet y un estafador profesional experto en labia peleando por el dominio de Internet más valioso del mundo. Finalmente, después de ocho años de intensas batallas judiciales en tres cortes diferentes, la disputa por la propiedad del dominio sex.com llegó al pináculo del sistema legal norteamericano. Y se resolvió. Cuando, en 1994, el joven ingeniero Gary Kremen registró la URL sex.com a su nombre, Internet era un medio apenas conocido entre los académicos y los estudiantes de computación. Ninguno de ellos se dio cuenta del valor que podía tener la palabra “sex” cuando la protored de entonces mutara en lo que es hoy, una red internacional de computadoras.

Cuando le dieron el dominio, Kremen no podía creerlo. Para colmo, fue gratis, porque en esa época todavía no se cobraba el registro de las URLs. Cinco años después, sex.com ya era una mina de oro que facturaba 500 mil dólares por mes sólo en publicidad. Desafortunadamente para él, no pudo usarlo porque se lo robó un estafador profesional que acababa de salir de prisión. Stephen Michael Cohen obtuvo el dominio multimillonario con sólo escribir una carta falsa y desplegar un sencillo plan de ingeniería social. La carta trucha, supuestamente escrita por el presidente de Online Classifieds (OC), la “empresa” de Kremen, a cuyo nombre estaba registrado el dominio, llegó sin más a las oficinas de la compañía Network Solutions (NS), que en aquel momento manejaba todas las puntocom. Y nadie dudó de su veracidad.

Dirigido a Cohen, el mensaje explicaba que Kremen había sido despedido y que la compañía había decidido transferir el dominio a Cohen. Como, según la carta, OC no tenía conexión a Internet, Cohen no podía contactarse con NS para informarle del cambio. Y concluía: “Por lo tanto, esta carta tiene carácter de autorización explícita de nuestra parte para transferir sex.com al señor Cohen”. Al principio, Network Solutions no cayó la trampa, pero tampoco contactó a Kremen para asegurarse de la autenticidad de la carta. Unos días después, tras dar por buena la versión de que Online Classifieds no tenía conexión a Internet, intentó contactar a Kremen por teléfono, pero no lo logró. Finalmente, cedió la titularidad del dominio a Sporting Houses of America, una de las compañías de Cohen.

Kremen, en realidad, no había utilizado el dominio para abrir el sitio sex.com, pero descubrió que el status de su propiedad había cambiado. “Al principio pensé que era un problema de sistema, pero luego recibí una llamada de alguien que, haciéndose pasar por empleado de la Oficina de Patentes de los Estados Unidos, me decía que había una demanda contra sex.com. Ahora sé que el que me llamó era Cohen”. Kremen llamó a Network Solutions y exigió que le devolvieran su propiedad. “Pero me dijeron que no y tuve que buscarme un abogado barato”. Corría julio de 1996. A Kremen le llevó un lustro recuperar su dominio, 5 años durante los que Cohen ganó 100 millones de dólares publicitando sitios porno que le pagaron mucho dinero diario a cambio de “su” link.

“No hay duda de que fue fraude”, dice Michael Froomkin, profesor de derecho en la Universidad de Miami y uno de los principales expertos del mundo en materia de derecho e Internet. Para Cohen, una sentencia por tal delito implicaría regresar a prisión por sexta vez. Si es que dieran con él... porque Cohen es uno de los hombres más ricos del planeta y a la Justicia le está costando bastante encontrarlo: lo busca desde hace más de dos años y lo considera un “fugitivo”. Irónicamente, el punto de inflexión se produjo en 2000, cuando Network Solutions fue absuelta de toda culpa en el caso. Kremen explica: “Gané dinero cuando vendí otro de mis dominios, match.com, y me conseguí un abogado caro que cambió de argumentos y se propuso demostrar que Cohen era un criminal de carrera.

La intimación de la Justicia exigió a Cohen que depositara 25 millones de dólares en los tribunales, que no transfiriera dinero fuera de los EE.UU. y que proporcionara un informe detallado de sus actividades comerciales para ver cuánto dinero le había reportado la falsa titularidad del dominio. Cohen ignoró todas las demandas, transfirió varios millones de dólares a varias cuentas offshore y huyó a México. Kremen lo demandó por 65 millones de dólares y la Justicia expidió su orden de arresto. Más de dos años después, Kremen todavía tiene que cobrar 64,8 de los 65 millones que le concedió la Justicia y Cohen continua moviendo su fortuna por el mundo. Kremen ya ofreció 50 mil dólares de recompensa por Cohen, que vive bastante tranquilo en México.

Sin embargo, cuando los cazadores de botines norteamericanos aparecieron para llevarse a Cohen a los EE.UU. se encontraron con una banda de policías mexicanos armados hasta los dientes. Para Kremen, Cohen es un delincuente genial, al que vio una sola vez en su vida. “Fue en San Diego, EE.UU.. Estaba prestando testimonio en la causa por sex.com, así que pensé ‘Voy a ir a ver qué cara tiene este tipo’. Presencié toda su declaración en la corte y, cuando terminó, nos presentaron t nos fuimos a comer todos juntos; él, yo, mis abogados y los suyos. Me dejó pasmado: hablaba a cien kilómetros por hora, no paraba un segundo y sonaba tan convencido de lo que decía que hasta yo le creí todo lo que dijo”.

Traducción de Claudia Martínez

© The Guardian..."

Tomado de Clarin Digital: http://www.clarin.com

 
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